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Los viñedos

Nuestros tesoros

Compré pequeñas fincas en uno de los mejores pagos de Toro y de toda España, un pago histórico y  extraordinario que nunca falla: La Jara.

Único y antiguo viñedo al lado del río Duero, de condiciones climáticas y geológicas excepcionales, clima continental extremo con influencias atlánticas, de carácter semiárido y con temperaturas que pueden variar de – 8 ℃  hasta + 40 ℃.

Disfrutamos de muchas horas de sol y una altitud 740 m nos ofrece una gran amplitud térmica entre la noche y el día,  las noches del verano pueden ser frescas o incluso frías (hasta menos de 8 ℃).

Considero mi viñedo como una herencia, un gran tesoro y rindo homenaje a los valientes viticultores a quienes las compré, las cuidaron y a sus antepasados que las plantaron.

La mayoría es antiguo o muy antiguo: 80 % de las 21 hectáreas de viñedos propios tienen más de 45 años y fueron plantados en pie franco. Algunos corros alcanzan o superan el siglo de vida. El resto tienen entre 15 y 45 años.

Además de nuestras hectáreas en propiedad, gestiono la viticultura de algo más de 15 has adicionales.

Nuestros suelos profundos con una alta proporción de arena y cantos rodados, ofrecen a las viñas un excelente drenaje, les obligan a hundirse para buscar los elementos necesarios y otorgarnos una producción de calidad y la propia expresión del terroir.

Estos suelos nos han permitido otra gran peculiaridad que apenas se conserva en escasos terroirs del mundo, el pie franco: cepas plantadas en sus propias raíces sin injertar en un pie americano.

Por otro lado guardamos cepas pre-filoxéricas plantadas antes de la segunda mitad del siglo XIX.

Ambas siguen produciendo frutos extraordinarios y escasos que dan nacimiento a unos vinos irrepetibles.

Mi concepto de terroir...

LABRAMOS EL SUELO

SIN ABONOS NI PESTICIDAS

No abonamos con ningún mineral ni abono químico, sino que fertilizamos con estiércol viejo bien hecho y en poca cantidad, según la necesidad de cada parcela, con el objetivo último de mantener las viñas en equilibrio.

VIÑEDO EN VASO

SIN RIEGO

En mi opinión es la forma más lógica y eficiente de llevar el viñedo en una zona de características duras para la viña.

DE LAS TAREAS MÁS NOBLES

LA PODA

Quitamos hojas y uvas de segunda generación (aclaramos). Más adelante retiramos los cangallos y atascos eventuales de uvas que muestran retraso o algún problema sanitario. Aún así, no solemos quitar muchas uvas porque la gran mayoría del viñedo está en equilibrio.

AIRE PARA LA CEPA

EL SOCABADO

Con ello evitamos la grama y que la cepa se ahogue: la planta respira, se oxigena más y capta mejor el agua escasa en esta tierra.

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ALTA COSTURA

LA VENDIMIA

En el Dominio recogemos las uvas por corros delimitados, ni tan siquiera por parcelas, somos meticulosos y cuidadosos y decimos que es “la alta costura” de la vendimia. Ésta nos proporciona un fruto de calidad perfecto que alcanzamos con un respeto enorme al mismo.

EL ENTORNO

DIVERSIDAD GENÉTICA

Estoy en contra de la selección clonal como se ha hecho hasta ahora, porque no creo que ésta nos haya permitido mejorar la calidad de las uvas, ni de los vinos, ni mantener la diversidad genética en el viñedo, garantía para mí, de perennidad y calidad de los caldos, en última instancia.

Mi concepto del famoso terroir es dejar hablar a la tierra y a las uvas para luego transformarlas en bodega siendo eficaz y poco intervencionista.

Para elaborar vinos de Toro de gran carácter, desde el inicio en 2004, cultivamos el viñedo de forma ecológica con técnicas de trabajo tradicionales.

En Dominio del Bendito creemos en la Tinta de Toro y en el equilibrio del viñedo. Por eso trabajamos con un poco de azufre y algunos extractos de plantas que recojo en mis parcelas y preparo. No me considero un biodinamista, pero sí me inspiro de aquellas prácticas que para mí van en la buena dirección.

Mantenemos distintas variedades de árboles como higueras, almendros o cermeños que ayudan y favorecen la salida espontánea de la flor,  pequeñas flores de campo y leguminosas salvajes, que además ayudan a mantener la fauna autóctona.

En bodega recuperamos durante la vendimia, gracias a la rejilla en la mesa de selección, muchos de los insectos que vienen del viñedo como mariquitas, arañas, tijeretas y los devolvemos al campo.

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